9- El Marqués de Sade



Introducción.

Cuando el ser humano que escribe estas líneas era un joven de unos 14 años e Internet apareció en su vida, utilizaba aprendiendo al mismo tiempo cualquier programa o nueva herramienta digital que aparecía, dios sabe como, navegando por la red, buscando, descargando, o aceptando -quizás- el diskette de algún amigo de confianza.
Seguramente muchos recordaréis haber trasteado programas ahora obsoletos como Petakks, Napster, AtomixMP3, DreamWeaver, etc., y precisamente con este último, un programa para crear páginas web A.W. (antes de Wordpress) fue con el que creé una página web llamada ''La caverna de Psychomad''. Una página web -no la busquéis, ya no está online, reposa en paz en mi disco duro externo- sobre Satanismo, misterios y fenómenos, personajes oscuros de la historia, ufología, etcétera infernal.

Sea como fuere, uno de los personajes que recuerdo con cierta nitidez y fascinación, por tener algún ''algo'' que se me quedó dentro, dios sabrá por qué, fue o es El Marqués de Sade.

Sí, el responsable de que hoy en día al perverso sexual que sienta placer por producir o sentir dolor en el acto, se le llame ''sádico''.


Jean-Baptiste-François-Joseph de Sade, padre de
nuestro Marqués de Sade, Donatien.

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Resultados weEl Marqués.

En 1740 nace Donatien Alphonse François de Sade, en Paris. De buena cuna, su familia procede de la nobleza Provenzal, vinculada a la rama menor de la casa de Borbón.

En su niñez, fue observador de las orgías que su tutor, el abad Jacques-François de Sade celebraba en su castillo de Saumane.

A la temprana edad de 14 años, entra en el ejército real, e ingresa en la escuela de Caballería de la Guardia Real. Participó en la guerra de los Siete Años con el ejército francés. Es ascendido por buenas acciones militares y lograr la toma de Mahón a capitán de caballería.
A los 23 años es licenciado, la guerra termina en 1763 con el tratado de parís y Sade abandona el ejército y contrae matrimonio por conveniencia con Renée Pélagie Cordier de Launay de Montreuil, hija de un nuevo rico de París. La madre de esta, la señora Montreuil, será una suegra bastante fastidiosa para la libre existencia de Sade. A pesar de que Donatien (nuestro marqués de Sade) amaba a una joven de la nobleza de Lacoste, acepta el compromiso al que su padre le presiona para contraer, aunque más adelante Sade escribirá sobre el amor, dejando claro que nunca pudo ser libre -o tan libre como hubiera querido ser- respecto a ese tipo de decisiones que fueron haciendo su vida.



Renèe de Montreuil, esposa de Donatien.



El reciente matrimonio se instala en el castillo de Échaffars, en Normandía, propiedad de la familia de su esposa Renèe. Meses después de esta mudanza Sade es detenido por escándalos varios, algo confusos, y algo relacionado con un manuscrito. Es enviado de vuelta a su castillo, y obligado a permanecer allí sin salir de la provincia, pero no tardarán en surgir nuevos escándalos en torno a nuestro marqués.
Tras un tiempo el rey concede a Sade viajar e instalarse con su esposa en París, junto a la familia de Renèe. Es entonces cuando el crea compañías de teatro, y empieza a tener amantes y ser un asiduo en los prostíbulos.



Cuadro Renacentista con motivos sexuales.


El Corazón de Sade.

Durante esta misma época, es cuando escribe la siguiente carta, probablemente a su tutor y tío Jacques-François, donde claramente se denota una fuerte pasión y ansia de libertad, o de amor verdadero que quizás anhela por no haber obtenido o realizado en su interior:

''Los días, que en un matrimonio por conveniencia sólo traen consigo espinas, hubieran dejado que se abrieran rosas de primavera. Cómo hubiese recogido esos días que ahora aborrezco. De la mano de la felicidad se hubieran desvanecido demasiado deprisa. Los años más largos de mi vida no tendrían suficiente para ponderar mi amor. En veneración continua me arrodillaría a los pies de mi mujer y las cadenas de la obligación, siempre recubiertas de amor, habrían significado para mi corazón arrebatado sólo grados de felicidad. ¡Vana ilusión! ¡Sueño demasiado sublime!''        Carta del marqués de Sade.



La Suegra siempre detrás.

En París, la suegra de Donatien, mediante la ayuda de un policía y prácticamente un espía llamado Marais que averiguaba las idas y venidas sentimentales de la nobleza, pone fin a las relaciones extra matrimoniales de Sade. Más tarde, Donatien se va a vivir a Lacoste con una nueva amante, Beauvoisin, una cortesana destacada de la corte, pero la suegra de Donatien no tardará también en lograr que la relación termine, y que Donatien vuelva con su hija. 

Sade protagonizará más escándalos, como la denuncia de una prostituta que dijo que había sido flagelada por él, por lo que Sade fue condenado unos meses en prisión, y al salir, volvió con su matrimonio Renèe y también se dedicó de nuevo al teatro. Poco tiempo pasó hasta que volvió a ser perseguido por la ley por la denuncia de varias prostitutas por haber sido envenenadas y flageladas por nuestro marqués. En esta ocasión, Donatien fue buscado para ser condenado a muerte en la guillotina, pero Sade huyó esta vez a Cerdeña, posiblemente con su cuñada, a la que habría seducido.
Pero la señora Montreuil, influyente y poderosa -y también muy persistente- consiguió que el rey de Cerdeña encerrara a Sade en el castillo de Miolans. Desde entonces, los encierros de Sade serán más su vida que la libertad, Sade llegó a escribir:

''Los entreactos de mi vida han sido demasiado largos''.



Donatien, Marqués de Sade



Renèe y Sade.

Cuando Sade logra su libertad, vuelve a vivir en Lacoste con su mujer Renèe, y vuelve al teatro, otra vez. Tiempo después, llega una denuncia por parte del servicio, formado esta vez por adolescentes, y una muchacha aseguraba haber sido maltratada duramente por la pareja.
Sade vuelve a huir de la ley, esta vez viajando por Italia, hasta que se entera de una enfermedad dura que azota a su madre, y cuando vuelve a París para asistirla, este es apresado.
Durante todo este tiempo, Renèe y su tutor, no cejan en defender e intentar excarcelar a Sade, pero la madre de Renèe consigue una lettre de cachet, es decir, una orden reservada u orden directa del rey, para mantener a Sade encarcelado. Sade ingresa en la fortaleza de Vincennes, donde pasará largo tiempo, hasta que años más tarde sea llevado a la Bastilla.


Encierros de escritura y lectura.

Fue un lector voraz y un escritor prolífico, leyó mucho a Voltaire, Séneca, Cervantes, Roseeau... y escribió muchas novelas pornográficas explícitas y obras de teatro, algunas de estas obras se perdieron en saqueos o traslados de prisiones, o fueron eliminadas por orden del rey. Entre sus obras reconocidas están ''Los 120 días de Sodoma'', ''Justine o los infortunios de la virtud'', ''Los crímenes del amor'', largo etcétera.

Sade pasó más años de su vida encerrado que en libertad, pero cuando estaba en libertad, vivía por y para el teatro, el amor, el sexo y la libertad. Quizás nunca amó, o nunca le dejaron amar. Quizás nunca fue el más destacado en el teatro, pero logró trabajar en él toda su corta vida en libertad allá donde fuera. Creo que nunca sabré a ciencia cierta cuan cruel fue con las personas que le denunciaron, o si tenía algún problema psicológico o traumático. Sade tenía la cara afeminada, y era muy atractivo en su mejor época. Sin embargo, a medida que envejecía, encerrado en calabozos, su peso se descontroló hasta que terminó con una obesidad importante, incluso le costaba caminar con normalidad, y también se estaba quedando ciego.


El Marqués de Sade encerrado en prisión.


Su Acto Final.

Donatien de Sade, tuvo dos hijos, Louis Marie y Madeleine, con Renèe. Pero con los largos años que pasó en prisiones, apenas los conoció, y Renèe poco a poco fue volviendo al cauce de su madre, y dejando de lado a Sade, incluso no quiso recibirlo cuando él fue a visitarla en una ocasión. Donatien sin embargo nunca perdió la relación con su tío y tutor el abad Jacques-François, y hasta su muerte mantuvo visitas en prisión y correspondencia. Sade vivió la convulsa revolución en Bastille, estando encerrado. Al ser liberado, siendo Sade ya muy mayor, ciego, obeso y pobre, conoció a su última pareja y amante llamada Constance. A ella nombró heredera de sus pocos y descuidados patrimonios. Apenas Sade volvía a disfrutar de la libertad, volvió a ser encerrado por su obra ''Justine''. La publicó clandestinamente, sin nombrarse como autor, pero nadie dudó en que era suya la autoría de la obra. El propio Napoleón Bonaparte, tiró el libro ''Justine'' al fuego y dijo ''Es el libro más abominable jamás engendrado por la imaginación más depravada''.
Fue entonces encerrado en el hospital para enfermos mentales de Charenton. Allí pasó años tranquilo, leyendo y escribiendo, y cuando quedó ciego por completo Constance u otros enfermos le leían, incluso volvió a crear una compañía de teatro estando encerrado, con el resto de internos.
Murió en el hospital psiquiátrico de Charenton, en Saint-Maurice, Francia, el 2 de Diciembre del 1814 a los 74 años de edad.

Sus últimas palabras y la entrega de la carta lacrada con su testamento en el interior a un cuidador del centro, estudiante de medicina, fueron las siguientes:

''Prohíbo absolutamente que mi cuerpo sea abierto bajo ningún pretexto. […] …se enviará un recado urgente al sieur Le Normand, […] para rogarle que venga él mismo, seguido de una carreta, a buscar mi cuerpo para transportarlo bajo su escolta en la susodicha carreta al bosque de mi tierra de la Malmaison, comuna de Émancé, cerca de Épernon, donde quiero que se entierre sin ninguna especie de ceremonia en el primer soto que se encuentra a la derecha del susodicho bosque, entrando por el lado del antiguo castillo, por la gran avenida que lo divide. La fosa practicada en este bosque será cavada por el granjero de la Malmaison, bajo la inspección de Monsieur Le Normand, que no abandonará mi cuerpo hasta después de haberlo colocado en la susodicha fosa; si quiere, podrá hacerse acompañar en esta ceremonia por aquellos de mis parientes o amigos que, sin ninguna especie de aparato, hayan querido darme esta última muestra de afecto. Una vez recubierta la fosa, será sembrada de bellotas a fin de que el terreno y el soto vuelvan a encontrarse tupidos como eran antes y las huellas de mi tumba desaparezcan de la superficie de la tierra, como espero que se borre mi memoria de la mente de los hombres, excepto un pequeño número de los que han querido amarme hasta el último momento y de los cuales me llevo a la tumba un recuerdo muy dulce.''




Retrato imaginario del marqués de Sade en bronce.



Fin.

Algunos lo consideran como un hombre abominable, un perverso sexual, un sodomita o  un maltratador de la nobleza del siglo XVIII, otros, como un genio incomprendido, un hombre libre, no tan maligno, alguien en extremo creativo y prolífico que no supo encajar en su época su manera de vivir y de sentir, tan libre y puro.
Sea como fuere, Donatien, nuestro marqués de Sade, dio nombre a las perversiones y a la libertad sexual, cuando no cumple con la norma establecida. Jamás consiguió desaparecer de la memoria humana, más si recordarnos que una parte libre y salvaje de nosotros, debería persistir, escribir, actuar, y vivir al máximo posible, siempre y cuando no perjudiquemos a nadie y podamos vivir en libertad.






''La lujuria merece tratarse con piedad y disculpa cuando se ejerce para aprender a amar.''
Dante Alighieri, poeta italiano.
1265-1321


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