13- Esto es Halloween

 


Prólogo.

Desde que el hombre existe, ha contado historias terribles para dormir a sus hijos. Historias de dioses carentes en benevolencia, sádicos titanes y adivinos de mil ojos con propensión a la traición. Elfos, duendes o enanos, trolls o leprechauns, hombres lobo o personajes de la literatura como Frankenstein. Cada época y cada civilización ha tenido sus ángeles y sus demonios, sus limbos, ''más allás'' o encargados de llevar la muerte al mortal y el sufrimiento después de la vida a los condenados, cobardes o pecadores.

Pero todos esos oscuros personajes, vengan de la tradición oral o de la escrita, surjan de vivencias históricas o del mito consagrado del ser humano más primitivo, convergen en el grupo de los Monstruos, categoría de Terror.

Y si celebramos una fiesta con todos ellos, y añadimos chocolate y dulces a la mezcla, obtenemos la fiesta perfecta para los niños y también para los que nos negamos a dejar de serlo. Halloween es una fiesta bien equilibrada para personas de todas las edades, para los que nos negamos a dejar de comer lo que nos gusta, y para los que deseamos escuchar o saber más sobre lo que nos asusta; lo incomprensible, lo extraño, lo terrorífico.

Una vez mi profesora de piano, quien puede gracias a su nombre guardarse de los vampiros, se enteró de la manera en la que yo celebro Halloween (cocinando dulces, disfrazándome, etc) y me dijo sorprendida: - ''¡Pero si lo celebras como un niño!''- No me sorprendió, ni me ofendió, primero de todo porque es difícil sonsacar de mí una de esas dos reacciones, y segundo porque hacía poco tiempo que me había dicho: ''Solo te gusta Mozart porque él era como un crío, como tú'', así que bueno, ya venía preparado. Un abrazo grande si me lees, Rosario, siempre te recuerdo con mucho cariño.

¿Por dónde íbamos? Ah, sí:

''Vampiros, brujas, calabazas sonrientes y dulces.

Galletas de fantasmas, dedos de Frankenstein y pasteles de cementerio.

En definidas cuentas, una fiesta infravalorada en mi país.''



El origen de Halloween.

La palabra Halloween proviene de ''All Hallows Eve'' o lo que todos nosotros en tierras post católicas conocemos como ''Víspera de todos los santos''. Los nabos usados como candelabros y la festividad celta conocida como ''Samhain'' o ''Fin del verano'' era la celebración de la recolecta de las cosechas tras el verano, celebrada por los paganos, celtas europeos. Los celtas creían que esta noche separaba el mundo terrenal del espiritual y que ello era un nexo entre los vivos y los muertos. Los celtas también iluminaban con fuego esta noche para guiar a las almas de los muertos hacia la tierra de nuevo.

Una vez más, el sincretismo (unir y armonizar festividades invasoras con la de los invadidos) hizo de las suyas y se mezcló, como pasaría también con el abeto de Navidad y el nacimiento de Jesús de Nazaret, otorgándonos entonces una festividad en la que se rendía homenaje a las cosechas de Octubre, con la víspera de todos los santos, y surgió este moderno Halloween monstruoso y occidentalizado.

Por cierto, igual estaréis pensando ''¿En qué momento me has cambiado calabazas por nabos?'' Pues resulta que cuando los Irlandeses emigraron a América en el s.XIX, ese -para ellos- nuevo y fascinante continente en el que abrirse paso, se llevaron la festividad del Halloween con ellos, pero encontraron una hortaliza mucho más adecuada y la cual abundaba mucho más que el Nabo para hacer los candelabros famosos, que era la calabaza. En ese momento y lugar se hizo el cambio.

Finalmente, esta tradición mezclada cuenta que la noche del 31 de Octubre los muertos, en forma de espíritu, vuelven a la tierra, y que aquellos que se iluminan con candelabros de calabaza y se disfrazan como muertos, no son perturbados por las almas en pena que esta noche vagarán por la tierra.


El Origen de las Brujas.

La figura de las brujas, viene de muy, muy lejos en el tiempo.

Es una figura demoníaca, monstruosa y siempre de género femenino. Probablemente desde la antigüedad, igual que el vampiro, que es el espejo oscuro del hombre, personaje en el que se vuelcan sus miedos y sus más enterrados secretos o gustos prohibidos, la bruja es todo aquel mal que encontramos -o se ha encontrado- en la mujer.

Visceral, hechicera, a veces maléfica y despiadada, a veces seductora y gran madre. Sea como fuere, no fue hasta la época del renacimiento, cuando el pintor Alberto Duero representó en sus grabados a las brujas y pudimos comprender la figura de las brujas con esta dualidad, monstruosa y bella por igual. Otros como Goya o Andrea Mantega también colaboraron en la representación de las brujas.

Como es bien conocido, en Salem hubo un suceso digno de mención, conocido como

''Los juicios de Salem''.

Entre Enero de 1692 y Mayo de 1693, la histeria colectiva, la desconfianza y la -nunca mejor llamada- caza de brujas se desató en Salem, una localidad colonia inglesa de Massachusetts, Estados Unidos. Durante más de un año de chivatazos, acusaciones, venganzas y escapismos de la ley más de 20 personas fallecieron en la horca o en prisión. El delito de brujería podía evadirse acusando a otra persona como la causante del hechizo, así que las acusaciones estaban a la orden del día. También hubieron hombres ahorcados y acusados, y los juicios eran pantomimas clásicas de la época, con un delito religioso sin fundamento, y con pruebas nulas salvo testimonios y alucinaciones varias.

Como dato curioso, en este suceso donde más de 200 personas se vieron involucradas en el terror de los juicios, y entre teorías de 'qué pasó en Salem' para que hubiera tanto suceso extraño, brujería o alucinación... una teoría explica que el pan de centeno podría haber contenido una sustancia parecida al LSD creada por fermentación, micotoxinas creadas por un hongo en el proceso.

Salem siempre será un lugar clave en el imaginario de las brujas, y un lugar seguro que increíble para pasar Halloween.


Post 13.

El origen numerológico y día-semanal del Martes (o Viernes, según lugar) y del 13 nos viene heredado -como tantas otras curiosidades- de la antigüedad.

Martes, por el planeta rojo Marte, dios de la guerra. También se supone que fue un martes 13 cuando en Babel se confundieron las lenguas. Leí en una ocasión que Viernes, Friday, viene de Freia, y que Freia era el mismo demonio bélico para los que luchaban contra los paganos. Fueron 13 en total los que estuvieron en la última cena, y se supone que Judas (Iscariote, que no Tadeo) fue el número 13, igual que reza de forma similar la historia escandinava de que en una imponente cena de dioses en el Valhalla, Loki -el discordante- era el decimotercer invitado.

Y para concluir 3 libros de Vampiros para que leáis, leáis mucho, ya que no hay nada más maravilloso que una tarde lluviosa y oscura, gris y quizás húmeda en la que con el cuerpo bajo la manta leemos historias escalofriantes que nos sumergen en páramos repletos de niebla y vampiros acechando. Son cuentos clásicos, muy románticos (en el sentido clásico del romanticismo victoriano), donde la acción que se va sucediendo siempre es gradual, desesperada y espiritual, en definitiva un terror diferente al que estamos acostumbrados las generaciones que nos hemos criado por desgracia con pantallas de luz. Los libros son mucho más que eso. Dadles una oportunidad.

Carmilla (1871) de Sheridan Le Fanu

El vampiro (1819) de John William Polidori

El vampiro. La familia del Vurdalak (1839) de Alexei Tolstói.


Y entre sincretismo numerología e historia, monstruos y vampiros, y dulces y brujería, el que escribe estas letras os desea una horripilante, brutal y sangrienta noche de brujas.

***Happy Halloween***




Me la pela ser un crío como el resto de la gente,

me la pela porque yo tengo mi propia mala suerte.

Viva la muerte.

Eyaculación Post Mortem - Banda Neo-Folk-Urban-Terror-Underground

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